La Planificación

Me gusta planificar mis viajes con antelación.  Suelo invertir entre seis y tres meses en dicha tarea.  Para mí, el viaje comienza ahí, en ese momento donde siento el deseo de trasladarme hacia algún lugar y donde pongo toda mi ingeniería en acción para lograrlo.  Planificar un viaje, aún siendo previo al acto sensu stricto de viajar, es para mí parte del viaje, su parte inicial, la raíz de ese maravilloso acontecimiento.

Cuando el tiempo de viaje es muy acotado, es necesario hacer una planificación, previa a la partida, de las actividades a realizar, a fin de poder optimizar los tiempos de recorrido y evitar tiempos muertos.  Las demoras coyunturales no se pueden prever y forman la parte azarosa e intrigante del viaje.

Para mi organización personal utilizo una planilla Excel en la que armo una grilla que utiliza una columna por día, con fecha calendario y día de la semana.

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SAB

Lo primero y principal que marco en esta planilla es cómo van a ser mi PARTIDA y mi REGRESO: ciudades, horarios de partida, horarios de llegada y transportes involucrados.  Así quedan establecidas mis dos postas del viaje, sin dar lugar a improvisaciones, ya que compro ambos pasajes con anticipación a la partida.  De esta manera sé dónde tengo que estar y a qué hora debo estar el último día de mi viaje para poder retornar en tiempo y forma.  Lo que suceda en el medio de esos dos puntos está programado también pero puede variar libremente y puedo ir ajustando el resto del cronograma en consecuencia.




Esta planilla Excel va conmigo, en mi mochila de mano.  Suelo llevarla dentro de un folio para evitar que se dañe con el manoseo y la lluvia.  Es algo así como una guía espacio-temporal que me va diciendo dónde tengo que estar en cada momento y que ante un imprevisto, me permite de un vistazo poder decidir sobre el resto del viaje. 

Por ejemplo, un retraso que tuvimos en la ciudad de Villazón (Bolivia, frontera con Argentina) hizo que llegáramos más tarde de lo debido a la ciudad de La Paz (capital de Bolivia).  Teníamos planificado pernoctar ahí y salir a las 4am con otro micro rumbo a Puno (Perú).  Pero el retraso nos llevo a replanificar el viaje en pleno trayecto y evaluar la posibilidad de pernoctar sólo un par de horas en la estación de micros de La Paz aguardando el bus de las 4am sin necesidad de hacer uso de la noche de hotel. 

Este tipo de replanificaciones sobre la marcha siempre repercuten sobre el resto del viaje y si uno quiere mantener el cronograma preestablecido, necesita reacomodarse acortando los tiempos posteriores para poder volver a ponerse a ritmo.  Por ejemplo, si hubiéramos pernoctado en La Paz como estaba planificado, nuestra partida de esa ciudad se hubiera retrasado un día y así con cada punto en todo el resto del viaje, todo el cronograma se habría desfasado 24hs del programa original.

Todo lo que suceda entre la partida y el regreso puede variar, se puede reacomodar, siempre y cuando no haya eventos puntuales que requieran de fechas puntuales para su realización.  Por ejemplo: nosotras teníamos reservada la excursión al Camino del Inca para el jueves 22 de enero.  Teníamos que estar al menos un día antes en la ciudad de Cusco (Perú) para poder organizarnos, dado que la excursión implicaba cuatro días de trekking en la montaña.  Era por lo tanto necesario absorber el tiempo de retraso que se nos había producido de improvisto en la primera parte del viaje para poder reajustarnos a esta fecha pactada.  Es importante que este tipo de eventos, que por lo general son los que motivan a realizar el viaje, sean fijados con antelación incluso antes de partir.  Son de este estilo las siguientes excursiones: trekking por el Camino del Inca, trekking sobre el Glaciar Perito Moreno, cruce de los Andes a caballo etc.  Son todas actividades que tienen días y horarios preestablecidos y que por ello no se pueden dejar libradas al azar, con lo cual, estos días son lo tercero que marco en la planilla, para bloquearlos, para establecerlos como fijos.  En estos casos es aconsejable hacer el contacto con el proveedor del servicio turístico antes de la partida para dejar preestablecida la fecha de su realización y asegurarnos la reserva de nuestro lugar.

La planilla entonces queda compuesta por tres puntos principales: PARTIDA / EVENTO / RETORNO.  El resto de los días son a rellenar y son netamente estimativos.  Esos días aprovecho para trazar las rutas sobre puntos o ciudades que me gustaría conocer.  Por ejemplo, en mi camino a Cusco elegí detenerme en Puno para conocerlo.  Mi objetivo principal del viaje era hacer el trekking por el Camino del Inca, con lo cual los dos puntos a unir eran Buenos Aires (Argentina) y Cusco (Perú).  Las opciones entremedio quedan a gusto del consumidor. 



Cada una de estas “estaciones de paso”, cada una de estas ciudades que hacen de peldaño para alcanzar la meta principal del viaje, también las coloco en las columnas correspondientes.  Para ello es importante primero conocer los medios de trasporte disponibles y los tiempos de viaje entre ellas.  Ante todas las opciones disponibles, mi medio de transporte preferido es el tren porque va a una velocidad que me permite disfrutar del paisaje, además que por lo general el trazado de vías se hace en zonas de valles, uniendo pequeñas ciudades que sólo se pueden disfrutar descendiendo en cada parada, en cada estación y me permiten un contacto directo con el interior y la realidad del país que estoy visitando.  

Así, el cronograma se va completando con el TIPO DE MEDIO DE TRANSPORTE / EMPRESA / HORA DE INICIO / TIEMPO DE VIAJE.  Este tipo de datos suelo relevarlo de páginas oficiales: páginas gubernamentales, embajadas o bien desde la página original de la empresa de transporte en cuestión.

Por último queda seleccionar los lugares en los que se va a pernoctar.  Si es montaña prefiero carpa pero si es ciudad personalmente me gusta el ambiente de los hostels porque en ellos confluyen personas de distintos países con las que se comparte el mismo espacio, la misma cocina, el mismo baño, la misma habitación, se convive bajo el mismo techo en la misma casa.  El ambiente que se genera en los hostels es enriquecedor porque conviven distintos idiomas y se comparten distintas costumbres.  En los hostels aprendí que la edad biológica no tiene nada que ver con la edad mental: ser mochilero elimina esas diferencias convencionales.

Esto también lo dejo establecido previo a la partida.  Hago un contacto vía mail con cada uno de los albergues con los cuales fijo las fechas de check in y check out y la cantidad de personas que vamos a pernoctar.  Algunos hostels ofrecen servicio de recojo en aeropuertos o puntos principales de ingreso a las ciudades y esto es una ventaja saberlo de antemano  Luego en la planilla vuelco NOMBRE DEL HOSPEDAJE / DIRECCIÓN / TELEFONO / CONTACTO / MAIL.  Esto me permite tener todos los datos a mano en el caso de tener que hacer alguna modificación de improviso.


Por último, un consejo netamente personal.  En algunos casos, como cuando hay que cruzar un océano, tal vez sea absolutamente necesario utilizar el avión, pero para movernos entre nosotros, en Sudamérica, el uso de los trenes y los micros es bastante aconsejable, no sólo porque sus redes son amplias, sino porque el trayecto en ellos nos permite ir desconectándonos de a poco, ir relajándonos e ir adaptándonos a las nuevas condiciones geográficas.  El avión actúa como si fuera un agujero negro que te transporta entre dos universos paralelos en cuestión de segundos: de pronto estabas trabajando y de pronto está en una isla en el Caribe.  Hago hinca pié en esto porque el cuerpo necesita adaptarse, sobre todo si uno se desplaza hacia zonas con mayor altitud que su ciudad de origen o si uno tiene planificado hacer actividades que requieran de esfuerzos físicos extras.  La adaptación ontogénica, la adaptación del cuerpo a las nuevas condiciones ambientales, requiere de un tiempo prudencial para poder por ejemplo generar más glóbulos rojos en respuesta a la baja proporción de oxígeno en las alturas.  Hacer un trayecto lento, en micro o en tren, te permite esta aclimatación lenta y te asegura que tu cuerpo te acompañe en ese viaje que tanto soñó tu mente.-