martes, 20 de enero de 2009

PERU - EN BUSCA DEL MACHU - CAP 2/4: De Puno a Cusco

Cusco, Perú — martes, 20 de enero de 2009 

Llegamos a La Paz a las 4am y a las 7am partía el micro destino a Puno (Perú) así que decidimos no ir al hostel y acampar nuevamente en la estación, esta vez, de micros.  La estación es grande, sencilla y con techo de chapa y algunos patios al descubierto, con lo cual, hacía muchísimo frío y todas las ventanillas y puestos estaban obviamente cerrados.  La estación estaba literalmente vacía y cerrada, pero pedimos a un cuidador que nos dejara pasar las horas ahí.  De todas formas había un par de bolivianos acurrucados, con bultos coloridos y tapados con mantas, en la misma que nosotras... esperando la hora de apertura de las oficinas de venta de pasajes.  Nos metimos en el baño para asearnos y ponernos ropa abrigada pero era tanto el frío que terminamos nosotras también acurrucadas y tapadas con las mantas de viaje.  

Luego de 5hs de viaje, cruzamos la frontera, ahora de Bolivia a Perú, nuevamente a pie, al borde del Lago Titicaca. El lago es bellísimo y enorme.  Hay muchísimas pequeñas plantaciones sobre su margen pero es tan grande y tranquilo que se pierde en el horizonte.  Queda más que claro el porque lo eligieron como centro ceremonial todas las culturas andinas.  A su alrededor, pequeñas colinas, en su mayoría con cultivos en terraza.  El paisaje es hermoso. 
 
Llegamos a Puno y estábamos sin dormir desde ¿Buenos Aires? pero justo dimos con un taxista que nos ofreció llevarnos de excursión a las ruinas de Sillustani, no podíamos decir que no... así que... descargamos las mochilas, comimos paté y atún (nuestros compañeros de todas las comidas) y seguimos viaje... hacia Sillustani y terminamos más tarde comprando baratijas en el Mercado de Contrabando.





Hoy hicimos el trayecto Puno-Cusco en un pequeño micro turístico de excelencia que tiene cinco excursiones incluídas en su camino: Pukará, La Raya, Sicuani, Raqchi y Andahuaylillas.  Ahora estamos en Cusco en un hotel colonial.  Es espectacular.  Mañana descanso.  El jueves comenzamos el ascenso a pie a la montaña para terminar el domingo ingresando a Machu Picchu.
 
No hay palabras para describir los paisajes... casas pequeñas, de barro, rodeadas de pequeñas plantaciones sin cercas y de distintos colores.  Si tengo que encontrar una palabra sería un patchwor de colores fuertes, llamativos, de verdes, de flores violetas y amarillas, de trigo y de alfalfa.  La tierra se muestra fértil y húmeda. Hay cerdos, vacas y camélidos de todo tipo y color.  Las comidas las presentan como paletas colores, armadas con mucha dedicación, con mucha abundancia: granos, tubérculos, carnes, salsas, locro, carbonada, panes y quesos caseros...  Exhiben los productos de la tierra y están en todos los detalles. Las ropas también son multicolores y alegres, las lanas le dan alegría al paisaje enmarcado por la Cordillera de los Andes, con algunos picos nevados.
 

 
Sencillamente, Perú es para enamorarse.-


¿Querés seguir leyendo esta historia?
Te invito a ver el capítulo siguiente haciendo click aquí