miércoles, 10 de octubre de 2007

ARGENTINA - NOA EXPRESS - CAP 1/2: La Tierra del Jaguar

San Salvador de Jujuy, Argentina – miércoles, 10 de octubre  de 2007


La provincia de Jujuy es conocida internacionalmente por la Quebrada de Humahuaca y su famoso Cerro de los Siete Colores, sin embargo, al otro lado de la quebrada, yace una selva virgen que no cuenta con el don mágico de la publicidad turística: La Yunga.

El Parque Nacional Calilegua está a 2hs de la ciudad en micro, así que nos levantamos a las 4:30am!!!!  No éramos muchos, unas 20 personas (todos compañeros de facultad) pero divididos en tres grupos distintos.  El micro llega a la ciudad de Ledesma (la del azúcar) y de ahí sale un "colectivo" hasta el parque, pero el supuesto colectivo es una especie de micro escolar viejo convertido en chatarra ambulante.  Ahí viaja la gente que vive en los valles y va a Ledesma de compras por ser el pueblo más "grande" de esa zona.  Así que viajamos parados, en el pasillo, medio encorvados, con los pies bizcos, porque la gente llena el colectivo con bolsas, cajones, botellas, caños, bolsas de cemento, bolsas de pan, pan y más bolsas de pan, los chicos, bolsas de supermercado, bolsones, carne... todos ellos iban sentados y nosotros apilados en el pasillo entre todas estas cosas.

El "colectivo" nos dejó en la puerta del parque, donde están los guardaparques.  La primera sorpresa fue que no había guía (porque el único que había estaba guiando a otro grupo).  La segunda fue que "se nos terminaron los mapas", así que nos separamos y cada grupo armó su propia aventura. 

Yo fui con dos compañeras, pero en el camino nos hicimos de un elemento masculino: un austriaco que andaba suelto por la zona.  La Yunga es una continuación de la selva que empieza en Tucumán, pasa por Salta y llega hasta Jujuy.  Es selva sobre montañas.  Entre la Yunga y la selva misionera contienen el 50% de las especies del país.  Y es selva, selva.  Con la humedad propia del ambiente selvático, sumado al calor del sol, el lugar se hace agobiante.  

Como no es época turística y además, el turismo en Jujuy se centra principalmente en la zona de la Quebrada, las sendas de trekking están muy abandonadas.  Si bien están señalizadas, la selva avanzó mucho sobre ellas y hay lugares donde uno prácticamente no ve donde pone el pie.  Además, al ser selva y al estar tan avanzada sobre el camino, no hay visibilidad sobre los laterales.  

  
 Si bien uno se lo imagina... y aunque nadie nos alertó en la entrada... vimos por el camino las simpáticas advertencias de jaguares y pumas... y al borde de una laguna vimos las huellas frescas de un animal (al parecer grande) que había apoyado las patas en el barro para tomar agua.  A partir de ahí el olor a miedo rondaba en el ambiente.  No había más gente que nosotros (los tres grupos), no había señal de celular, y el lugar era muy selvático, MUY NATURAL.  Seguimos por otros senderos y llegamos a un arroyo... donde nuevamente un cartel alertaba que la zona, al ser de yuyos secos, era el lugar de vivienda del jaguar... y salimos disparados como cohetes.  

En otro de los caminos la chica que iba liderando la fila de trekking no vio una serpiente que se desperezaba al borde del camino y le pasó raspando.  Yo, que iba justo detrás de ella, la ví y logré empujar a mi compañera con un palo por la espalda para que se alejara.  Era hermosa, como de metro y medio, amarilla, pero estaba más asustada que nosotros. 

Habíamos llevado agua pero el calor era tanto que a las dos horas nos quedamos con las botellas vacías y decidimos bajar a un camping para abastecernos del preciado líquido.  El momento de mayor tensión fue camino al camping porque empezamos a escuchar las pisadas de un animal sobre la hojarasca.  Ante un felino no hay que correr porque sino te identifica como presa.  Hay que quedarse quieto y alejarse despacio hacia atrás, sin darle la espalda, levantar los brazos y agitarlos para parecer más alto y obviamente no gritar.  





El animal caminaba detrás de un montículo con lo cual no podíamos verlo pero sí escucharlo.  Nos quedamos paralizados.  Amuchados detrás de el único "árbol" que teníamos cerca (un arbolito con el tronco más finito que una caña de pescar... una cagada), callados, escuchando y buscando la imagen entre la vegetación.  No vimos nada pero lo pudimos escuchar rugir.  Nos quedamos ahí paralizados.  No sabíamos qué hacer ni para donde ir.  Hasta que logramos vencer el miedo, nos amuchamos en fila, agarramos unas ramas y retornamos con firmeza hacia la ruta.
 
zona de camping
Llegamos a la oficina de los guardaparques pero estaban en su hora de siesta, con lo cual no había nadie a quien acudir y no nos quedó otra que reintentar el ingreso al camping desde otro camino.  En el camping solo había una carpa... nadie ni nada más.  Los baños estaban abandonados pero así y todo abrimos las canillas de unas piletas que estaban afuera y nos pudimos rehidratar... no nos importó nada, obviamente que no era agua potable, era agua del río o del arroyo, o de vaya uno a saber de dónde, lo importante era salvar el momento, la cagadera (si es que la había) iba a aparecer más tarde o al otro día...

Después de mojarnos la cabeza, lavarnos la cara, y llenar las botellas nos pusimos en las mesitas del camping a tomar unos mates con galletitas.  Recién ahí pudimos relajarnos.  Los otros dos grupos pasaron situaciones parecidas, también se quedaron sin agua y también se vieron obligados a bajar al camping, así que ahí nos encontramos todos.  Y ahí nos dimos cuenta que el clásico repelente para insectos no espanta jejenes.  Sí, tengo el cuello que parece que tuviera varicela, pero no, tengo 20 picaduras de jejenes sólo en el cuello, más otras tantas repartidas entre los brazos y las piernas.

La verdad, fue una experiencia alucinante porque a diferencia de otros parques que son más concurridos y que están más preparados para los turistas, este es agreste, 100% salvaje.

En medio de toda esta experiencia, se ha gestado un cántico alusivo: "yo tomo licor, yo tomo cerveza y agua con pajita, y la yunga me divierte y me excita"

The Pink Panter (barnizada en Caladryl).-

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