lunes, 11 de abril de 2011

PERU - CAP 9/15: Viviendo El Cusco – Parte III

Cusco, Perú — lunes, 11 de abril de 2011
Hoy desperté realmente descompuesta, creo que incluso tuve un poco de fiebre.  ¿El pollo o la papa rellena? nonono, siento que lo que realmente me hace mal en este país es la leche, es como si fuera acuosa, transparente, lo pienso y me da escalofríos.  En Baires tomo leche todos los días, sola, fría, caliente, con café, con chocolate, con cereales, con miel, pero acá la leche parece no tener esos procesos de pasteurización y el nivel de bacterias del que nos habla Pancho Ibañez.  Así que tuve que tomar mi primer pastilla de Sertal de las 2 que compré a último momento en el chino de casa.
Además, desde que estoy en Perú me ha pasado tres veces sufrir descompensaciones térmicas que me hacen temblar todo el cuerpo incluyendo la boca también, me invade una sensación de frió como si fuese una hipotermia, como si se me fuera todo el calor corporal y tengo que envolverme en una manta y tomar un trago de licor.  Nunca antes me había pasado, ni siquiera durmiendo en zona glaciaria.
Pero, de todos modos, como todos los días, me levanté igual temprano y dada mi condición estomacal, decidí quedarme por los alrededores de la ciudad para conocer en este caso el Mercado Central de Artesanías que queda al finalizar la Av. El Sol.
Con los mercaderes sucede en todos lados lo mismo: hay pocos turistas y se desesperan por venderte cualquier cosa, por eso, algunas veces, es mejor pasar sin mirar.  Entre ellos hay mucha competencia y todos tienen prácticamente los mismos productos, entonces la diferencia está en la rebaja o en el pack.  Sobre todo si es la primera venta del día, la rebaja puede ser bastante sustancial y si logran concretarla, festejan de alegría.
Lúcuma
En mi sección “probando frutas peruanas” he probado estos días la lúcuma, la cual ya había tenido el gusto de probar en forma de yogurt.  Es una especie de palta cuya piel es fina y verde, es una fruta redondita, simpaticona, con una estrellita por hoja y bien naranja por dentro.  Su semilla también es similar a la de la palta y según me indicaron, las más ricas son la que están chamuscadas por fuera.  Para saber si está en su punto justo se la debe agitar, si la semilla se mueve y hace ruido, entonces está lista para consumir.  Sin embargo, para mi gusto, es demasiado dulce y paposa.
Cuando volví del mercado me fui caminando hasta la fortaleza de Saqsaywaman (se accede a pie desde la ciudad, siguiendo la subida de escalinatas de la calle Choqechaka).  Se trata de una triple muralla de fortificación incaica para proteger en ese entonces la ciudad del Cusco.  Esta muralla tiene la particularidad de estar hecha como en paneles cúbicos.








El hostel en el que me alojo tiene la estructura típica de todas las construcciones del Cusco: parecen un conventillo colonial, especio que sobra, espacio en el que arman una nueva habitación con techo de tejas.    De esta manera se amplía la ciudad pero sin perder el estilo.  Pero, lamentablemente, hay cosas muy ilógicas en este Cusco.  Si uno pasa por al lado de la famosa Piedra de los Doce Ángulos (una piedra que forma parte de una  estructura incaica en la calle Cuesta de San Blas y que tiene la particularidad de estar cortada con 12 ángulos) y uno la toca, se lo prohíben.  Sin embargo, en el mismísimo Barrio de San Blas, la cadena internacional de hoteles Marriott ha conseguido adueñarse de casi una manzana entera bajo el título “puesta en valor”.  Según me comentaron, los vecinos de la zona no pudieron hacer nada frente al dinero que motivó tal emprendimiento.  También me comentaron -y acá viene lo ilógico del caso- que el muro inca que se encontraba en ese lugar, fue desmantelado y vuelto a ensamblar a pocos metros de su lugar original, sin embargo, el encastre no quedó con la perfección incaica original… ¿será que si pago unos cuantos millones puedo tocar libremente la Piedra de los Doce Ángulos?


En mi camino de regreso por la ciudad me encontré por la calle con el operador turístico con quien tenía planificado hacer el trekking a Choquequirao y me dijo, siendo las 17hs “mañana partimos a Choquequirao” así que no me quedó otra que correr a preparar todo en un par de horas: lo que iba a llevar, lo que iba a dejar en custodia, vaciar la memoria de la cámara, conseguí algo más de dinero y hacer lavar y secar la ropa en menos de dos horas.-


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DATOS
§  Mercado Central de Artesanías: Av. El Sol y Av. Tullumayu
§  Saqsaywaman: se accede caminando por la calle Choqechaka hacia arriba, la calle va en ascenso hasta convertirse en una gran escalinata al final de la cual está este centro arqueológico.