Lima me exprimió el dinero, pero no porque sea cara, al contrario, es muy barato vivir allí, pero en mis cálculos previos al viaje no consideré la posibilidad de que para movilizarme dentro de esa ciudad tuviera que usar siempre el servicio de taxis. No hay subtes y solo vi un servicio de ómnibus modernos en una de las avenidas, el resto del transporte público son buses viejos donde una persona que va colgada de los escalones va gritando el destino que vaya uno a saber dónde queda y por dónde atraviesa. Siendo extranjera, no da para perderse en una ciudad así.
El servicio de taxis es muy particular porque no hay taxímetro sino que el precio se regatea antes de subir y por lo general el precio justo son 2 ó 3 soles menos de la oferta inicial. Lo máximo que pagué son 15 soles por servicios dentro de la ciudad. Algunos se avivan, ven que sos turista y te piden 20 ó 25 pero esos no son los precios que se estilan, así que dejé a un par de vivos en banda y me fui en busca de otros precios. Un precio así es el que deberían cobrarle a uno si quisiera llegar a conocer las tortugas que sostienen a Lima en su espalda.
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Sin embargo, el precio de cada viaje es muuuy bajo. He hecho viajes que en Baires fácilmente podrían haberme costado $45/50 y de ser así no los hubiese podido pagar. Incluso pude imaginarme en cada viaje las fichas corriendo del taxímetro y el precio que podría haberme costado de tener el cuenta kilómetros. El taxi en Cusco incluso es más barato que en Lima, un viaje no pasa de 2.5 soles, pero en Cusco es otro cantar, allá no necesito taxis para movilizarme por la ciudad, todo lo hago a pie porque la ciudad es mucho más pequeña.

En el mismo estado que los taxis están las computadoras: teclados destruidos, monitores que perdieron su capacidad de dar imágenes color, modelos viejos y conexiones lentas hacen del acceso a internet un suplicio más que un medio de comunicación internacional on-line.
Así y todo, en Perú el precio bajo es la norma y no hay que estar pendiente de ofertas y descuentos. Es increíble ir al supermercado y ver que la cuenta suma en cantidad de ítems pero no en cantidad de dinero. En Baires, el descuento es la excepción y uno vive pendiente de las ofertas y de las tarjetas de crédito según los días de la semana.
Así y todo, en Perú el precio bajo es la norma y no hay que estar pendiente de ofertas y descuentos. Es increíble ir al supermercado y ver que la cuenta suma en cantidad de ítems pero no en cantidad de dinero. En Baires, el descuento es la excepción y uno vive pendiente de las ofertas y de las tarjetas de crédito según los días de la semana.
Creo que no traje tanta ropa, sin embargo la gente del aeropuerto me dice que mi mochila está pesando 19 kilos!!! Vaya uno a saber por qué. Y a ese peso en mi espalda hay que sumarle la mochila de mano que llevo adelante pero que nadie me pesó.
Acabo de desayunar un café de Mc Donalds con mi banana mochilera diaria. Sisisi, estuve pelando la banana en el aeropuerto internacional de Lima. Ahora estoy en la sala de espera del aeropuerto rodeada de mochileros de distintas partes del mundo y gente local. A mi izquierda una pareja de mochileros extranjeros que deben rondar los 60 años, con botas y pantalón de trekking, con mochila y botella de agua y es como yo también quiero verme a esa edad. Ser mochilero no es una actividad sino un estilo de vida donde la edad biológica nada tiene que ver con ser joven o viejo, siendo mochilero se puede ser joven incluso a los 60… la juventud y la vejez son sólo una cuestión de actitud.
Otra característica de Perú es su gran diversidad cultural, incluso en su capital, entonces es como que cada uno tiene su propio sistema de normas y valores pero al convivir todos juntos en una misma ciudad, esos sistemas colapsan, se entrechocan, se solapan y esto hace difícil la implementación de políticas públicas. No existe una única identidad cultural nacional sino una pluralidad de culturas. Sería como el extremo opuesto al caso de Chile. Una prueba de esta gran diversidad es que en la Plaza de Armas de Cusco no flamea la bandera del Perú sino la de los Pueblos Originarios.
La diversidad se nota también en la música. Me he despertado a las 5am por vecinos que escuchaban a esa hora música tecno a todo volumen. Y así como en muchos lugares se escucha mucha música tecno, en otros reina la cumbia.
Perú es un crisol cultural.-
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